La más segura de tus vidas, un tratado sobre las instituciones sociales

Un hombre quiere dormir pero no logra conciliar el sueño. A su lado, una mujer. Ella intenta sostener su cabeza pero unas manos tan flacas no pueden soportar el peso nueve horas consecutivas.

Los personajes rehuyen por mandato de toda posibilidad de contacto con la sociedad. Encerrados, aferrados a ello. Su sistema se pondrá en crisis por la realidad que alcanza a filtrarse por una ventana. Esa fisura los hará reflexionar. El afuera parece una promesa de felicidad pero cuando lo piensan bien existen algunas dudas. Ese tipo de organización social los confunde y aterra pero a la vez, secretamente, los seduce.

“La temática es una propuesta del dramaturgo, tiene que ver con un cuestionamiento a las instituciones sociales desde el lado de la ironía, del humor”, describió Paula García Jurado, la directora de la obra.

“La más segura de tus vidas es una noche en la vida de una pareja que convive hace mucho tiempo en un baño. No sabemos cómo llegaron ahí y la problemática surge por la necesidad del hombre de dormir y la imposibilidad de conciliar el sueño. A partir de allí fija toda un reflexión sobre la vida en pareja, en familia y en sociedad”.

La obra, escrita por Francisco Pavanetto, fue trabajada en simultáneo con los actores y directora que le dieron vida a las palabras. “A nosotros nos resultó interesante lo que el dramaturgo nos presentó. Nos dijo ´ahora la obra es de ustedes hagan lo que quieran´. Aparecieron otras cosas a partir de los impulsos y le hicimos caso a eso. Cuando el texto escrito pasa a los actores hay algo que se vuelve completamente diferente.

Él escribió la obra pensando en estos actores. En el proceso nosotros empezamos a ensayar, a improvisar y por momentos ensayábamos adentro del baño. Entonces cuando llamamos a Francisco él lo tomó. Todo transcurre allí como si ocurriera en un departamento”.

De esta manera, los actores deben valerse de los objetos que hay en un baño para desarrollar la historia, lo que, a criterio de la directora, “vuelve la escena un poco extraña en términos de absurdo y resulta gracioso ese contraste de las acciones cotidianas en un lugar que no corresponde”.

La obra, combina realidad y absurdo, humor y reflexión. María Romano y Miguel Bosco, interactúan en ese lugar de protección donde comienzan a ensayar nuevas conductas, dando como resultado un juego especulativo de personalidades que desborda la rutina, explora y destruye los límites de la identidad.

“Tiene momentos que son realistas y otros en los que la teatralidad está absolutamente exacerbada. Por momentos hay mucho humor y en otro se vuelve muy densa. Por momentos los textos se vuelven casi como un ensayo, yo les digo textos sesudos, como un tratado sobre la familia, la vida en el barrio, los vecinos, la pareja, los hijos, cómo uno va construyendo esa vida en sociedad, cómo la sociedad te va indicando los rumbos por los que tenés que moverte”.

Escrito por Bárbara Blati
@barbarablati